En un acontecimiento que marca un hito en la medicina reproductiva, Perú registró el nacimiento del primer bebé concebido mediante la maduración de ovocitos fuera del cuerpo humano. Este logro, liderado por el Dr. Luis Noriega Hoces, director médico del Centro de Fertilidad Concebir, junto con su hermano Javier Noriega y un equipo de especialistas en biotecnología, representa un avance en los tratamientos de fertilidad. Con el apoyo de la empresa estadounidense Gameto, se utilizó la tecnología Fertilo, basada en células madre pluripotentes inducidas (iPSC).
A diferencia de los métodos tradicionales de fertilización in vitro (FIV), que requieren entre 10 y 14 días de estimulación hormonal con dosis altas para madurar los óvulos, Fertilo utiliza células de soporte ováricas modificadas genéticamente para replicar el proceso de maduración de los óvulos en un laboratorio. Este tratamiento reduce el 80% de las inyecciones hormonales necesarias y disminuye la duración de los tratamientos a tres días, proporcionando una experiencia menos invasiva para las pacientes.
“Estamos encantados de celebrar el primer nacimiento vivo del mundo concebido”, declaró la Dra. Dina Radenkovic, directora ejecutiva y cofundadora de Gameto. Según la especialista, esta innovación supera los desafíos de la FIV convencional, como los ciclos prolongados, los efectos secundarios y la carga emocional. “Ofrece una solución potencialmente más rápida, segura y accesible para las familias”, indicó.
El Dr. Luis Guzmán, director de Pranor Labs & Science, destacó que esta tecnología reduce los riesgos asociados a las altas dosis hormonales y el síndrome de hiperestimulación ovárica. “La capacidad de madurar óvulos fuera del cuerpo con una intervención hormonal mínima representa un avance significativo en la medicina reproductiva. Fertilo es una solución innovadora para mujeres que no pueden tolerar o no desean someterse al protocolo tradicional de FIV”, explicó. Además, destacó el impacto de esta metodología en pacientes con condiciones como ovario poliquístico o aquellas sometidas a tratamientos oncológicos.
Por su parte, LNH Luis Noriega Hoces, padre del director del proyecto y pionero en la reproducción asistida en Perú, recordó los avances logrados en este campo desde el nacimiento del primer bebé de probeta en el país en 1989. “Treinta y cinco años después, este nuevo hito refleja el progreso de la medicina reproductiva en Perú”, indicó.
En una entrevista, el doctor Noriega Hoces destacó la relevancia de este logro. “La mujer, a lo largo de su vida, pierde una gran cantidad de óvulos inmaduros. Con esta tecnología, aprovechamos esos óvulos inmaduros que, hasta hace poco, no podían ser utilizados de manera eficiente. Ahora los maduramos en un ambiente controlado utilizando como una incubadora biológica natural”, explicó.
Además, enfatizó que este primer nacimiento vivo marca un paso histórico para el Perú en el campo de la biotecnología. Según el doctor, la selección de Perú para implementar esta técnica destaca el nivel científico del país.
El uso de células madre en la maduración de óvulos representa una revolución en la biotecnología reproductiva. La técnica permite madurar los óvulos fuera del cuerpo humano en un entorno que simula las condiciones naturales. Este avance es particularmente relevante para pacientes que enfrentan problemas de fertilidad debido a enfermedades o tratamientos médicos, como el cáncer.